Madre Y Ama de Casa : UN OFICIO INTERMINABLE

Vamos a tratar con un poquito de humor este tema que nos afecta a todas las mamis que somos amas de casa!!!

Seguro que tú también tienes algo en común con ésta mamá que nos cuenta su día....

Y es que desde que nos levantamos nos damos cuerda con una llave de un juguete antiguo que guardamos en nuestro cajón secreto para aguantar lo que nos tiene deparado éste maravilloso día que parece que va a ser.... lluvioso???

Pegamos un salto de la cama -¿Dónde estarán las botas de agua de los niños? ¡maldito hombre del tiempo si dijo que tendríamos una primavera con altas temperaturas y días soleados!- sales corriendo hacia el armario de la ropa de invierno para qué la habrás guardado tan pronto.

 -¡Auch!- pisas sin darte cuenta la cola del tiranosaurius rex de tu hijo pequeño que estaba tirado en el pasillo, echas una mirada a su cuarto y lo ves tan dormidito y tan.... ¿Destapado?

-¡Oh no! seguro que se resfría se ha tirado toda la noche destapado. 

Cuando vas a despertarle te das cuenta de que ha mojado la cama seguramente porque le habrá dado frío al dormir destapado.

Le quitas el pijama mojado y le pasas a la cama del hermano para que entre en calor mientras tú quitas las sabanas, las llevas a la lavadora y enciendes el calentador para daros una ducha. O eso pretendes porque el hermano mayor recién despierto no está de humor para que alguien se meta en su cama... está en una edad complicada qué le vamos a hacer.

Mientras bajas las escaleras das el toque de diana: -¡Venga espabilarse que no lleguemos tarde!.

Echas un vistazo al patio mientras pones la lavadora para ver cómo de nublado está el cielo y resulta que el perro de tus hijos pero del que tú te encargas te ha dejado un regalito. -¿No podías esperar a que te sacara a pasear?.

Das una ducha rápida al pequeño, le vistes, le peinas, le pones colonia, le hueles...-¡ummm me encanta cuando hueles a bebé! - y sales del baño con la esperanza de que el mayor ya haya preparado la mochila y esté vestido, hoy es tu día de suerte, lo ha hecho y lleva una ropa "normal" para ir al colegio, te alegras porque otras veces quiere ir de "gala" ¿Quizás le guste alguna chica?...

Te diriges corriendo a la cocina a preparar el desayuno y los bocatas para el cole, preguntas y obedeces fielmente las peticiones de cada uno como si de un restaurante se tratara: Un bocadillo de jamón sin "eso blanco" más conocido como tocino y un zumo de melocotón y para el peque pan de sandwich sin "filito" que recortas pacientemente, con paté y batido.  

Creo que ya estamos listos, nos lavamos los dientes al son de -¡Cuidado de no mancharse! y nos disponemos a salir con la hora justa.

Abres la puerta y ahhhh te das cuenta de que al final no cogiste las botas de agua para el pequeño, le adviertes de que no se meta en los charcos pero por su mirada deduces que quizás no lo ha entendido bien, parece que el camino al colegio va a ser entretenido.

De vuelta a casa vienes planeando todo lo que tienes por hacer en el día de hoy pero antes un cafelito calentito en el sofá. 

Al abrir la puerta tienes a tu querido perro adjudicado pidiendo que le lleves a pasear, intentas convencerlo de que está lloviendo pero parece que hoy no quiere dar su brazo a torcer, le sacas a dar un paseo y vuelves con unas ganas enormes de ese café.

Mientras lo preparas te preguntas qué ha pasado en casa, en la cocina te das cuenta de que han derramado la leche y parece que también los chococrispis han rodado por el suelo, aunque el perro ha hecho lo que ha podido no ha acabado con todos; la pasta de dientes ha llegado al espejo y hay agua en el suelo. Como un torbellino aprovechando la cuerda que te queda lo recoges todo y dejas tu casa digna dela visita de un Rey.

-¡Uf! ya solo me queda preparar el almuerzo...- El almuerzo es una palabra que usamos para resumir esas dos o tres comidas distintas que tenemos que hacer porque salvo la pizza poco más hay que le guste a todos. Hoy toca macarrones, papá los quiere boloñesa, el mayor con queso y bacon, el peque solo tomate y tu que quieres ponerte un poco a dieta prefieres ensalada de pasta fría.  

Vas a recoger a los niños y vienes todo el camino escuchando las hazañas que tu hijo de sexto curso ha aprendido a hacer con el trompo, que si carrusel, que si boomerang...  También aprovechas el camino para explicarle al pequeño que como mañana salga del colegio lleno de barro por saltar en los charcos del patio se queda sin televisión. 

La hora de la comida es ese bendito momento en el que puedes dejar el culo pegado a la silla al menos 30 minutos, eso si lo has llevado todo a la mesa, por que si no.... estás perdida. -¡mamá agua! ¡mamá un vaso por favor! ¡mamá........

La tarde se presenta igual de lluviosa, mientras hacen los deberes y meriendan aprovechas para poner otra lavadora recoger lo que te quedaba en la cocina y varias cosas que ya hiciste esta mañana pero que misteriosamente están como estaban, es una peculiaridad que tienen los niños, que " ARRASAN POR DONDE PASAN".

Cuando cae la noche buscamos desesperadas esa llave que usamos para darnos cuerda por la mañana, pero parece que no funciona, solo hay ganas de dormir y aun queda la cena y quieres pasar algún tiempo con tu marido que apenas habéis hablado en todo el día y que llega de trabajar igual de cansado que tú. Después de unas cuantas carreras por el pasillo para atrapar y conseguir acostar a los niños piensas que estaría bien ver una película acurrucaditos en el sofá.

Mientras te diriges al salón vas recogiendo cuatro cosas de aquí y de allá, parece que la película va a empezar, te sientas te pones cómoda junto a tu marido y esperáis que no tenga mucha publicidad, pero no importa, porque antes de la primera pausa ya se habéis quedado dormidos....

...A veces la vida puede ser rutinaria y cansada, pero aprovecha cada día que estés junto a tus hijos, pues llegará el día en el que al despertar no tengas desayunos que preparar ni juguetes que guardar y ese día te darás cuenta de que darías cualquier cosa por repetir todo lo que odiabas...